Las soft skills pueden ser el factor diferenciador en un proceso de selección. En Comercio Exterior, ante dos CV similares en formación y experiencia, aquel aspirante que demuestre mayor adaptación al cambio, mejores dotes comunicativas, de liderazgo, de negociación o que sea capaz de hacer valer sus ideas tendrá mucho ganado.
Son habilidades imprescindibles para el logro de los objetivos empresariales y que la tecnología no puede llevar a cabo.